Hoy en día todo el mundo toma fotografías al menos una vez a la semana, ya sea para enviarle un dato o una imagen a un familiar, amigo o contacto, para escanear un documento que requerimos para burocracia y gestión de nuestros datos, para subir la foto a las redes sociales o para elaborar algún tipo de documento o proyecto creativo o profesional. Con la llegada de las cámaras fotográficas digitales y su extensión por el mercado vimos un crecimiento de la demanda de estos dispositivos y un aumento en las personas del interés por la fotografía. Por primera vez dejaba de ser un arte o una materia reservada para profesionales y expertos y pasaba a democratizarse, es decir, volverse algo popular que cualquiera podía hacer, aunque no igualase ni llegase al nivel de los más avanzados y los artistas o expertos.
Con los dispositivos móviles y su revolución hacia lo que se conoce como smartphones o móviles inteligentes, vimos la inclusión de la cámara y todo lo que eso suponía en un dispositivo o un equipo ultraportátil que cada persona lleva en su bolsillo. Con más o menos calidad, con un formato u otro y en cualquier tipo de condiciones, cualquiera podía echar una foto y hacer con ella lo que quisiera. Porque no solo tenemos medios para tomar fotografías fácilmente y en cuestión de segundos, sino también para editarlas, alterarlas y publicarlas o compartirlas con quien queramos a través de las infinitas posibilidades que nos brindan las aplicaciones, plataformas digitales y, a nivel general, internet en su máximo esplendor.
La fotografía como una afición para cualquiera
Esta introducción de los usuarios y las personas en el ámbito de la fotografía a través de su dispositivo móvil ha llevado a muchos a interesarse por la rama de la fotografía, el diseño y la ilustración o la edición, con lo que acaban adquiriendo cámaras profesionales y avanzadas de una marca u otra para alcanzar un nivel algo más elevado, buscan formación en fotografía y así consiguen una habilidad que les lleve a hacer mejores fotos y lograr un resultado mucho más artístico o acorde a lo que quieren lograr, ya que la fotografía puede ir dirigida a un gran número de ámbitos, mercados, usos y finalidades.
Los usos de la fotografía en el siglo XXI
Entre los diferentes usos que podemos encontrar, obviando el de las redes sociales y la creación de un álbum o una biblioteca personal o familiar, así como el camino o el mercado artístico. encontramos la rama de la fotografía destinada a la comunicación, el mundo audiovisual, el cine, los medios digitales, la publicidad, etc. También los medios de prensa, donde quizás más se ha sentido la presencia de este tipo de expertos y artistas, con toda la fotografía periodística y lo que eso ha supuesto para nuestra sociedad y par el mercado profesional. El marketing, el mundo de los social media para las empresas y corporaciones, el mercado editorial… Son algunos ejemplos, aunque no los únicos, ya que la fotografía es una rama profesional en sí misma que no tiene por qué ir ligada a estas materias.
En resumen y como conclusión de este aspecto, la fotografía forma parte de nuestras vidas. Vivimos en un mundo cada vez más visual y que más se apoya en lo estético, lo que ha dado lugar a todo el campo de la edición fotográfica, del que procedemos a hablar a continuación comentando algunos de los retoques fotográficos más conocidos y famosos de nuestro siglo, por la habilidad del profesional que hay detrás y por el resultado final.
10 retoques fotográficos desastrosos del siglo XXI
En primer lugar y encabezando la lista de los diez retoques fotográficos más absurdos, peor implementados y polémicos o famosos de estos diecinueve años que llegamos de siglo tenemos las ediciones por parte del Gobierno de Corea del Norte de algunas de las fotos de su presidente y su equipo. En segundo lugar podemos hablar de la revista Lucky, que hico un trabajo fatal en la portada que protagonizaba Kerry Washington en la edición de diciembre de 2013 y enero de 2014. Otro retoque muy conocido en la industria de la música es la portada e incluso la edición del vídeo de la canción Work B**ch de Britney Spears.
Otro retoque conocido es el de cierto anuncio de J. Crew en el que aparecía un niño y una niña. Habría ido todo bien de no ser porque a ella le habían borrado el brazo e incluso el hombro. En quinto lugar tenemos la portada de la revista Marie Claire en su edición de Australia de junio de 2013, donde Miranda Kerr aparece con un cuello bastante llamativo. La película The Heat también nos dejó un bonito recuerdo grabado en nuestras mentes con el cartel de la película, cuya edición es tan pobre que se ha ganado la fama. En séptimo lugar, la pierna derecha de Claire Danes fue borrada o eliminada sin querer en un número de la revista Vogue. Pero esto de retocar mal las piernas no es un caso aislado. Ocurrió también en cierta imagen de una modelo de H&M.
Con las modelos ocurre mucho. Tanto retoque fotográfico lleva a error y casi inapreciables. El que sí se apreció fue el de un hombro desencajado por parte de la firma Victoria’s Secret. En último lugar tenemos el retoque que le hicieron a Imma Cuesta para el diario El Periódico. Fue tan escandaloso y exagerado que ella misma compartió la foto original para que sus seguidores las comparasen.
Otros ejemplos muy sonados de retoques fotográficos
Por supuesto, no es algo que ocurra solo en la publicidad o en los medios de comunicación, la prensa del corazón o las revistas de todas las firmas editoriales. Está muy presente en la vida de las famosas, especialmente en aquellas cuya fama ha llegado tan alto que se ven obligadas a cuidar su imagen hasta límites absurdos e insospechados, tanto en sus proyectos profesionales y en sus creaciones musicales o artísticas como en su día a día, sus redes sociales o incluso sus vídeos. Es el caso que comentábamos más arriba de Britney Spears, pero también de otras artistas destacadas de la industria del Pop, como Madonna o Katy Perry. También Lady Gaga, e incluso el líder de One Direction que emprendió no hace mucho su carrera en solitario: Harry Styles.
Este último protagoniza toda una serie de fotos para la revista The Rolling Stone que ha dado mucho que hablar últimamente, especialmente por la portada del número de septiembre de 2019. Mariah Carey es tan destacada en el mundo de la edición y los fallos de Photoshop que se ha convertido en un meme y un chiste para los usuarios de las redes sociales. La “leyenda delgada” está siendo muy sonada y comentada gracias a ello.
Y lo mismo ocurre en el mundo de los actores y las actrices. Penélope Cruz o George Clooney sufren y viven todo esto de los retoques con su lado bueno y su lado malo, porque, aunque se hayan hecho famosos muchos errores o fallos de edición, no cabe duda de que es un arte importante y relevante en la industria.