El sistema BIM (del inglés “Building Information Modeling” o Modelado de información para la construcción) es una metodología que se fundamenta en el trabajo en equipo o trabajo colaborativo permitiendo que diferentes profesionales de los sectores de la arquitectura, la ingeniería y la construcción, puedan trabajar de forma simultánea y en tiempo real sobre un único proyecto de edificación civil.
En la organización de un equipo de trabajo que desea emprender un nuevo proyecto aplicando la metodología BIM, no es recomendable trasladar de forma total y automática la estructura que presenta un estudio de ingeniería o arquitectura, si no que la nueva estructura deberá girar en torno a la gestión del modelo y a la información que en el se introduzca. Es por tanto necesario definir una nueva estructura que “reajuste” la distribución más tradicional de competencias a las tareas concretas de un proyecto BIM. Es un contenido habitual en los Master sobre BIM que pueden cursarse.
En este sentido, en la estructura de un proyecto BIM vamos a encontrar esencialmente cuatro roles: el coordinador BIM, el cuestor BIM, el modelador BIM y el técnico BIM.
Comenzando por este último, el Técnico BIM es aquel profesional cuya misión es la de gestionar el mantenimiento del software y de los equipos informáticos, así como administrar los permisos de acceso desde la intranet y desde el exterior.
Respecto al Coordinador BIM, su misión principal consiste en organizar el modelo de tal forma que resulte válido para la totalidad de profesionales que intervienen en él, desde el propio cliente hasta técnicos externos, diseñadores, contratistas, etcétera. Será el responsable de marcar las directrices en lo que respecta a plazos y soluciones.
El Cuestor BIM, siguiendo las directrices marcadas por el coordinador, organiza la información entrante y saliente del modelo garantizando su veracidad y coherencia. Por último, el Modelador BIM modela los elementos BIM con el fin de que estos representen con fidelidad constructiva y gráfica el proyecto.