Durante los últimos años, el sector de la construcción es uno de los sectores de la industria que más e importantes cambios está experimentando, y esto es fundamentalmente debido a la progresiva incorporación del sistema BIM (Building Information Modeling) y a los enormes beneficios que este aporta a los proyectos de edificación civil en lo que a óptimo aprovechamiento de recursos se refiere, tanto de tiempo, como humanos, materiales o económicos.
El modelado de información para la construcción (BIM) abarca la totalidad del proyecto constructivo, e incluso va más allá pues se inicia en la más temprana etapa de diseño y alcanza todo el ciclo de vida del mismo, incluida su fase de explotación.
En el sector de la construcción, y dentro de un proyecto de construcción o edificación, los diferentes procesos de planificación y control juegan un papel determinante para las empresas pues facilitan, como ya mencionábamos con anterioridad, la optimización de la totalidad de los recursos. Y desde esta perspectiva, el BIM ha sido crucial, siendo este uno de lo pilares que explican y justifican su éxito.
Numerosos estudios llevados a cabo por escuelas de masters en BIM Revit, así como en diferentes entidades y en diferentes países ponen de manifiesto que las deficiencias en la planificación y en el seguimiento o control de la obra constituyen las principales causas de una baja productividad, de una calidad inferior a la inicialmente planteada, de unos tiempos de entrega superiores a los acordados o de la aparición de sobrecostes.
Para evitar todos esos inconvenientes, planificar y controlar la obra de la forma más rigurosa y eficiente posible resulta esencial y en ello, la aplicación de la metodología BIM ha hecho mucho pues permite que todos los profesionales implicados puedan trabajar sobre un mismo proyecto y en tiempo real, lo que agiliza y facilita la toma de decisiones que conduzcan hacia la corrección de posibles deficiencias.