El diseño de la identidad corporativa de una firma, marca, empresa o institución, y su posterior aplicación tanto en soporte físico como web, precisa de un apartado intermedio que resulta fundamental: reflejar todo el trabajo hecho en un soporte físico que aportará una perspectiva mucho más gráfica y sobre todo, precisa, acerca de cómo quedará plasmada dicha identidad corporativa sobre diferentes soportes. Como vemos en el master en diseño gráfico y web, a través del manual de identidad corporativa nuestro cliente podrá comprobar el aspecto que la identidad corporativa de su marca presentará tanto en soportes físicos como en su página web, antes de que sean implementados.
Dada la importancia que se deduce lógicamente de este apartado, resulta también lógico que esta sección deberá ser tratada, como mínimo, con la misma rigurosidad y profesionalidad que el resto de fases del proceso de diseño de identidad corporativa. Y dado que nuestros clientes precisarán revisarla de forma previa a trasladar todo tu trabajo a su soporte final, es irrenunciable que nuestros diseño se ofrezcan de una forma muy detallada e instructiva.
Para que el resultado resulte óptimo será necesario perseguir algunas premisas, entre ellas:
- Conocer al potencial público y los objetivos del cliente con el fin de acotar los soportes donde se acabará plasmando la identidad corporativa. Se trata de ofrecer una visión de posibilidades practicables en lugar de excederse en el número y variedad de aplicaciones propuestas.
- Preferencia de los mock-ups sobre las ilustraciones ya que estos resultan mucho más realistas y son, por tanto, más precisos o ofrecen más garantías.
- Búsqueda del equilibrio entre estética y funcionalidad; nuestro cliente persigue la utilidad, no nos dejemos llevar únicamente por el atractivo de los mock-ups.
- Las ilustraciones no se ofrecerán a escala real por lo que será esencial concretar la escala de los prototipos ofrecidos aportando todas las indicaciones que sean necesarias y sus posibles variaciones.